Los gallegos que hayan plantado patata en alguno de los 31 concellos afectados por la polilla guatemalteca tendrán que arrancar el producto y depositarlo en unos sacos oficiales que distribuirá la Xunta en los próximos días. De esta forma se podrá controlar todo el proceso de transporte hasta su destrucción, uno de los puntos -la movilidad- clave para el control y erradicación de la plaga. Es una de las principales indicaciones que recogerá la orden que prepara Medio Rural para desarrollar el decreto del Gobierno que ha prohibido estas plantaciones en casi todo el norte de las provincias de A Coruña y Lugo.La patata se recogerá en un día concreto que determinarán los técnicos. La trasladarán en camiones de Gestora de Subproductos de Galicia (Gesuga), una empresa privada que se encarga luego de quemar todos los tubérculos recogidos. Ese procedo de destrucción ya se ha iniciado con la quema la semana pasada de 33.000 kilos procedentes de almacenistas de esas dos comarcas. El proceso se realizó entre los días 2 y 3 de marzo y acabó en un horno en Cerceda. No se trataba de patata de particulares, sino de simiente que tenían almacenistas de esas zonas y que habían separado previamente. Se lo comunicaron a la consellería hace unas semanas, y esta procedió a su destrucción. Se hizo antes incluso de que entrara en vigor el decreto del Gobierno.
La patata de zonas con plaga se recogerá puerta a puerta y solo en sacos oficiales
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